[dropcaps]Desde que empezó a crecer y crecer el mundo del online se ha buscado rentabilizarlo de la mejor manera posible. Internet está lleno de información, de datos, de consultas, de miles y miles de usuarios, de millones y millones de búsquedas… pero ¿cuál es la mejor manera de monetizarlo?[/dropcaps]

La primera opción de insertar publicidad en las páginas webs fue a través de los famosos banners, que posteriormente se amplió a los pop-ups (ventanas emergentes) e incluso en vídeos que te acompañan en tu navegación.

Es cierto que hay algunos anuncios que son muy visibles y por lo tanto logran una parte del interés del anunciante, que el cliente reciba la información. Pero en este punto es donde nos encontramos con uno de los dilemas más importantes a día de hoy en el mundo de la publicidad en internet: [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]la delgada línea roja del sumar o restar[/textmarker], de la aceptación o el rechazo.

Esa frontera, ese equilibrio es el más importante para no desaprovechar en escasos segundos todo el trabajo hecho y sobre todo la inversión realizada. Si ese anuncio aparece en un momento poco idóneo y en lugar de llegar al cliente a éste le genera un rechazo y una molestia, repercute directamente en la mala imagen de la marca y desde entonces la puede asociar en su mente a una cosa negativa.

Por ejemplo, si queremos acceder a una página web y llegamos por fin a un contenido que nos apetece mucho ver pero en ese instante nos redirige a un anuncio de un vídeo de un minuto que no podemos saltarnos, automáticamente nos producirá [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]una imagen absolutamente negativa de la web y de la marca o producto anunciado[/textmarker].

O si queremos cerrar una ventana de publicidad pero donde deberíamos clicar es un poco trampa y en realidad lo que hace cuando clicamos allí es abrirnos otra ventana con la página web del producto o marca anunciada, también nos producirá un efecto negativo.

Hoy en día debemos ser originales y mezclar la publicidad de forma sutil y poco molesta. Hemos educado el cerebro para borrar los banners estáticos de las páginas. ¿Os habéis dado cuenta que nuestra mirada los evita?

Por lo tanto, ya seamos anunciantes como administradores de una página web, debemas [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]dar un paso adelante en ingenio e imaginación[/textmarker]. Si somos un periódico digital por ejemplo, darle al nombre de una noticia o sección el de nuestro anunciante.

Y pensemos bien en los dos bandos. Si somos anunciantes, internet nos ofrece un montón de posibilidades para llegar directamente al segmento deseado de población y si somos administradores de una web, valoremos el contenido y demos un buen servicio, no abusemos de los banners ni de los pop-ups.

Publicidad sí, pero adecuada, justa, oportuna y valorada.